LA MUERTE
DE DESCARTES Y EL REALISMO MÁGICO
Gonzalo
Echeverri Uruburu
Descartes, a quien
con razón se ha llamado “ el padre de la filosofía moderna”, murió
en manos de un médico que lo
odiaba, según la viperina lengua de Voltaire .Pero su espíritu , que demandaba vigorosamente
ideas claras , distintas y evidentes como criterio de verdad ,sobrevivió muchos años . Como matemático que era buscaba verdades inmunes a todas las fluctuaciones de las
apariencias y opiniones y a las ideas vagas, confusas e
imprecisas . y esta certeza
matemática fue la máxima
aspiración de los pensadores
modernos inspirados por el genio
francés.
Pero desde mediados del siglo XIX empezó a
ocurrir algo insólito: las
matemáticas, modelo acabado de claridad,
racionalidad y certeza, se fueron
convirtiendo en algo cada vez más heterodoxo : surgieron geometrías exóticas que parten de principios diferentes a los tradicionales de Euclides :las
de Riemann, Lovachevstky y Bolyai, entre otras. Según las matemáticas trasfinitas de George Cantor, quien murió loco, el todo no es mayor que las partes de acuerdo con unas ideas que hoy
se consideran fundamentales pero que fueron duramente combatidas en su época; Poincaré las calificó de “enfermedad”.
La física moderna, por su parte, se ha ido separado cada vez
más del ideal cartesiano de claridad y evidencia. El punto de
partida de teorías
fundamentales como la de la
relatividad de Einstein , que la velocidad de la luz
es siempre la misma sea que la midamos desde un punto en reposo o en movimiento ,
no tiene nada de evidente, todo lo contrario,
hasta el punto de que Michio
Kaku, gran divulgador de la ciencia, dice que “ parece una broma colosal de la
naturaleza”. Y la dualidad onda –
partícula fundamento de la mecánica cuántica
es una evidente contradicción pues el sentido común rechaza
la idea de algo insubstancial que se extiende
en el espacio y que aparece también
en forma puntual. Con los nuevos hallazgos y formulaciones de la física, las
leyes de la naturaleza dejan de ser inexorables y se convierten en simples probabilidades estadísticas: ya no es
imposible que al tirar una moneda
al aire, esta caiga hacia arriba. El porqué de las leyes de la naturaleza es tan incomprensible que el gran matemático
Von Neumann, las llamó magia negra,
lo de negra tal vez por su carácter
oscuro y hasta odioso. La violación de la lógica está en el corazón
de la física moderna que habla de partículas que retroceden en el tiempo o que acepta que
los efectos pueden ser anteriores a las
causas, o que el electrón salta de una órbita
a otra sin cruzar el espacio
intermedio, o que una misma partícula
puede estar en dos lugares a la vez; o que sin importar la distancia,
todo está relacionado ; o que - lo que ya
es colmo – el universo surgió
espontáneamente de la nada , y
así muchas otras cosas raras y fantásticas
.Por ello el Nobel Steven Weinberg opinaba
que” la física teórica se parece cada vez más
a la ciencia- ficción”; y el legendario R. Feynman decía
que “ hay que aceptar la realidad como es : absurda”.
A pesar de la
protesta de físicos muy lúcidos
como el Nobel Leon Lederman, estas
concepciones se han convertido en
patente de corso para las ideas más extrañas y delirantes de la Nueva Era , como la de que literalmente nosotros creamos
la realidad con nuestro
pensamiento o que vivimos al mismo
tiempo en muchas dimensiones o que desde el futuro podemos influir en el presente.” La idea
básica detrás de todo esto- dice
Barbara Marciniak - supuestamente inspirada por seres de Las Pléyades - es que podéis
crear todo aquello que penséis” y según
la sanadora Gloria Chadwick “ todas las
vidas pasadas, presentes y futuras están teniendo lugar simultáneamente, cada
una influenciando y afectando a la otra”.
Y ello para no hablar de la posibilidad “ muy práctica “ de convertirnos en inmortales
según Leonard Orr .
Todo esto
suena a “realismo
mágico “.Nunca se había
presentado un desafío más
grande al sentido común y a
la lógica más elemental.¿ O será que es verdad, como dijo H.P.Blavastsky
,la gran Maestra del ocultismo moderno, que “
la realidad es más extraña que la ficción”? . Lo cierto es que casi nada
parece ahora realmente claro, evidente, no equívoco. Que Descartes
descase en su tumba.
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