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sábado, 15 de septiembre de 2012

El   bosón de Higgs,  nuevo Dios de la ciencia
                                                                                  Gonzalo  Echeverri  Uruburu – gonech@hotmail.com
                                                              
El  gran descubrimiento científico  que se anunció  recientemente, el de la partícula llamada bosón de Higgs ,la partícula de Dios , ha conmocionado al mundo de la ciencia ya que constituye la pieza que faltaba  en el rompecabezas de la física pues permite explicar las propiedades de la materia ya que proporciona a todas las partículas su masa ,y esto hace posible la formación de todo el Universo material y de todo lo que en él existe.
Los materialistas de todos los pelambres y los enemigos de la idea de un Ser Superior están de plácemes pues según algunos de ellos el famoso bosón “podría anular la versión bíblica del origen del Universo” porque “vendría a probar la innecesariedad de un soplo divino en el nacimiento del Universo”. Más precisamente, Dios es el flamante bosón al que por supuesto, deberíamos invocar de ahora en adelante.
Esta todopoderosa partícula podría en efecto, explicar lo sucedido en el Big Bang, la gran explosión que dio origen a todo el Universo material, pues sin ella, la materia como la conocemos no existiría y posiblemente fue ella el detonante de la Gran Explosión según Michio Kaku, un notable físico Pero ante la obvia pregunta ¿ y que había antes del Big Bang y del bosón creador, los científicos, sin inmutarse  responden : nada .Hawking en su obra  el Gran Diseño  lo había  sentenciado : “ Cuerpos  como las estrellas o los agujeros negros no pueden aparecer de la nada. Pero todo un universo si puede… no hace falta invocar a Dios para encender las ecuaciones y poner el universo en marcha…”
¿Puede algo originarse en la nada? ¿No es este el desafío más descarado que pueda imaginarse al sentido común? Sabemos que la física moderna está plagada de absurdos y de toda clase de cosas inverosímiles y aceptar estas cosas, es, precisamente, lo que la ha hecho avanzar. Que la luz sea a la vez onda y partícula es una flagrante contradicción, o que los electrones salten de una órbita a otra sin recorrer el espacio intermedio, o que la velocidad de la luz no siga a la de su fuente, en fin, muchas cosas son contraevidentes en ese mundo surrealista de la física moderna. Pero decir que de la nada puede surgir algo ya es demasiado y tal parece que las ecuaciones tienen la rara propiedad de producir delirios. ¿ De qué nada están hablando?¿o  se trata, como tantas veces ha ocurrido en la historia  del pensamiento humano  simplemente de un problema  semántico ?
Según Hegel el ser y la nada son lo mismo, porque el ser, para alcanzar su absoluta pureza ha sido vaciado previamente de toda determinación. Pero Bergson considera a la nada como una idea espúrea, y Heidegger plantea que la nada no es una negación, sino “ el elemento dentro del cual flota, braceando por sostenerse, la existencia”  .
¿Qué tiene que ver todo esto con Dios? .Mucho, porque si la idea de la nada como origen de todo es inaceptable, no queda más remedio que plantear que el Ser como tal ha existido siempre y que es el origen de la materia ya que ésta, al surgir del Big Bang tuvo un principio, no es eterna como habían postulado los materialistas durante toda la historia .Además, si el universo fuera eterno, habría ya agotado la reserva de hidrógeno que lo alimenta. Por supuesto que de esto no se sigue que el Ser Absoluto sea antropomorfo como creen las religiones monoteístas al hablar de un ser con toda clase de atributos humanos, incluso con nuestros peores defectos como la ira y la venganza.
Siguiendo antiguas tradiciones H.P.Blavastky  expuso :”Hay una Realidad Absoluta anterior a todo ser manifestado y condicionado. Esta causa Infinita y Eterna…. Es la Raíz sin Raíz de todo cuanto fue es o ha de ser. Hállese , por de contado, desprovista de toda clase de atributos y permanece esencialmente sin ninguna relación con el Ser manifestado y finito. Es la Seidad ,más bien que Ser,Sat  en sánscrito, y está fuera del alcance de todo pensamiento o especulación.”
Evidentemente nuestro deslumbrante bosón de Higgs está lejos de encajar en estos conceptos de la antigua sabiduría que el pensamiento metafísico puede avalar como concepción más razonable. Esta partícula seguramente no es la última y ella, por si misma jamás podrá resolver el gran problema filosófico sobre el origen último de todo lo existente y sobre la Realidad Absoluta. Y como dice el físico Lothar Schafer :” La realidad observable  no se disipa  en la nada, sino que pasa a ser algo metafísico “.Bienvenido el bosón de Higgs, pero sin tantas pretensiones.



viernes, 29 de junio de 2012

PARABOLA  DEL DOGMATISMO

- Siento decirles que al paciente le quedan  muy pocos días de vida; la ciencia ha hecho todo lo posible y ahora solo queda esperar el desenlace inevitable, dijo gravemente el eminente médico a los afligidos parientes del  enfermo.
Pero cuando todos se retiraban cabizbajos y en silencio, uno de ellos dijo ¿ porqué no ensayamos la terapia del doctor Lasthope ?
- no seas ingenuo, le interrumpieron todos en coro, ya escuchaste que la ciencia no tiene nada que hacer....
Pero  aquel no se dió  por vencido y después de varios meses de terapia intensiva con los métodos del doctor  Lasthope, el moribundo se había recuperado por completo.
- Un buen día  el  antiguo paciente se encontró casulamente con el médico que lo había desahuciado, quien al verlo con gran sorpresa  dijo sin preámbulos :
-Usted debería  estar muerto hace tiempo ¿ qué pasó ?
- He seguido la terapia del doctor Lasthope....
-Ah ¿ Y es que usted cree en eso ? es pura charlatanería  , no está científicamente demostrado que eso sirva, dijo bruscamente el eminente médico.

G.E.U.



lunes, 27 de junio de 2011

Parábola de la Religión Futura

PARÁBOLA DE LA RELIGIÓN FUTURA
Los más eruditos filósofos ,psicólogos, historiadores, antropólogos , sociólogos y estudiosos de las religiones y de la cultura llegaron a una conclusión definitiva: el ser humano necesita la religión porque sólo ella puede dar respuesta a sus grandes interrogantes e inquietudes existenciales sobre su origen y destino .Pero un análisis cuidadoso les había mostrado también que todas las religiones existentes se fundan en mayor o menor grado en el miedo y que su naturaleza es intrínsecamente opresiva. Era por tanto necesario idear una nueva religión y para ello pusieron a funcionar a toda marcha una batería de superordenadores a los que plantearon seis alternativas para reemplazar al viejo Dios, ya anticuado y disfuncional: la Razón, la Justicia, el Estado, la Raza, la Nación, la Humanidad y la Ciencia.
La respuesta de los superordenadores no tardó mucho: todos los candidatos a reemplazar al Dios tradicional fueron rechazados: la Razón porque se contradice a si misma, la Justicia porque en su nombre se han cometido toda clase de crímenes, el Estado porque su culto justifica las más infames tiranías, la Raza y la Nación porque su adoración fomenta el odio , el fanatismo y la guerra. Sólo la Humanidad y la Ciencia parecían buenos candidatos para ser divinizados .Pero nuevos cálculos determinaron que la Humanidad es un concepto nebuloso y la Ciencia es demasiado incierta y vacilante y cambia constantemente.
El desespero de los sabios humanistas era grande, pero luego de muchos ires y venires lograron crear un programa especial para obtener la respuesta que, al fin, salió en la pantalla de los monitores en estos términos : la nueva religión debe basarse en un Dios-energía fuente de amor y paz y en creencias razonablemente compatibles con la ciencia, pero sin dogmas , libros sagrados ni jerarquías de ninguna clase; deberá fundarse en la experiencia interior y evolucionar de acuerdo con los nuevos estados de consciencia que vaya alcanzando la humanidad. Todos estuvieron de acuerdo con esta respuesta; pero alguno preguntó : ¿ eso si será una religión ?
G.E.U.

sábado, 18 de junio de 2011

Una gran sorpresa para Hawking


UNA GRAN SORPRESA PARA HAWKING
Gonzalo Echeverri Uruburu
gonech@hotmail.com
El gran astrofísico británico Stephen Hawking acaba de expresar su opinión de que la creencia en otra vida no es más que un” cuento de hadas “motivado por nuestro miedo a la muerte .Esta idea, por supuesto, no es una revelación genial; es lo mismo que muchos han dicho desde hace centenares de años y es además lo que parece más obvio:¿ cómo puede existir alguna actividad consciente después de que el cerebro se ha destruido ?.Pero el respeto casi supersticioso que en nuestra cultura generan las creencias de los científicos hace que muchos incrédulos se froten las manos creyendo que la ciencia ha demostrado que no existe la supuesta vida post mortem . Se olvidan que las opiniones de un científico valen tanto como las de cualquier otro en temas que desconoce y que la historia de la ciencia registra graves errores de brillantes científicos : Lavoisier no creía en meteoritos porque “ en el cielo no hay piedras” , Lord Kelvin insistió hasta su muerte en que radioactividad era un fraude y Rutherford, uno de los fundadores de la teoría atómica , no creía posible liberar la energía del átomo . Los ejemplos son innumerables y demuestran que aún en casos de su competencia los científicos, por ilustres que sean, se equivocan constantemente y lo hacen con no disimulado dogmatismo.
Una vez más: la ausencia de pruebas no es prueba de ausencia .Es claro que no hay ninguna demostración científica sobre la existencia del alma y sobre su supervivencia después de la muerte. Pero posiblemente a personas como Hawking ningún indicio les sirve ; en estos casos hay fuertes prejuicios emocionales pues la vida del más allá es una concepción fuertemente relacionada con creencias religiosas que tales personas repudian visceralmente .Pero también es válido preguntar si la creencia en la vida del más allá no es más que vestigio de antiguos mitos y supersticiones y que es, del todo, irracional. .
Nada más lejos de la verdad. Hoy contamos con un gran acervo de indicios concordantes que permiten concluir que, ahora, más que nunca, es razonable abrigar tal creencia. Basta considerar las exhaustivas investigaciones de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres y su filial americana para aceptar su posibilidad; porque de otra manera es muy difícil explicar los conocimientos detallados sobre la vida de los difuntos que tenía una médium espiritista como Eleonora Piper, estudiada asiduamente por más de treinta años por eminentes científicos como William James, Oliver Lodge, Frederic Myers , entre muchos otros. Y si la navaja de Okham es un criterio científico para aceptar como la mejor explicación la más directa ¿por qué no reconocer que fue Charles Dickens quien desde el más allá dictó al médium espiritista T.P. James una novela titulada El Misterio de Edwin Drood que en vida dejó sin terminar y que el médium, un simple y joven artesano , continúo escribiendo de manera impecable ¿Y cómo explicar, por ejemplo , los recuerdos de vidas pasadas con innumerables detalles comprobados que investigó rigurosamente Ian Stevenson en más de 1.500 casos que reposan en los archivos de la Universidad de Virginia ? Y ¿qué decir del caso de personas cuyo cerebro ya no registra ninguna actividad que relatan luego ,al recuperar sorpresivamente su normalidad, hechos detallados de su entorno ocurridos cuando estaban totalmente inconscientes ? ( según investigaciones como las de Stuart Hameroff , por ejemplo ).Y si es posible que ,como ocurre en multitud de casos estudiados, al parecer algunas personas pueden separar su mente de su cuerpo, por qué no aceptar que es posible que lo mismo pueda ocurrir después de la muerte, que sería también una separación , no ya temporal sino definitiva?
Los científicos trabajan de acuerdo con un conjunto de suposiciones que llaman paradigmas y muchos de ellos se comportan como autistas que no se pueden comunicar y que no saben ni quieren saber nada que se aparte de aquellas suposiciones . La ciencia también se basa en comprobaciones indirectas y en vacilantes hipótesis. Nadie ha visto las últimas partículas subatómicas ni lo que existe en el interior de un agujero negro, tan estudiado por Hawking , en el cual todas las leyes de la física alcanzan su límite en lo que llaman una “ singularidad “ . Y si los científicos pueden admitir que el inmenso universo se originó un un punto poco menos que imaginario de tan solo una mil millonésima de bilonénsima de billonésima de centímetro que surgió sin ninguna causa de la nada según la teoría del Big Bang ,¿ por qué les parece tan increíble que en nosotros pueda existir algo diferente de la pura materia que puede pasar después de su expresión en esta vida a otra realidad?. Si hay energías incorpóreas y si hay al menos once dimensiones según la llamada teoría M ¿ porque es irracional la creencia en que una energía incorpórea pase a otra dimensión? Ya lo había dicho, maravillado ante la complejidad del mundo, Bohr: “Sólo una teoría suficientemente extraña puede ser cierta “.
Hay muchos interrogantes, pero ante todo dos cosas deben considerarse : primera, que nuestra mente es fundamentalmente , una estructura de energía e información que se vale del cerebro para expresarse en tres dimensiones lo mismo que el hardware sirve de soporte material a los programas ,pero estos pueden subsistir como tales sin dicho soporte ; como expresó Fred A. Wolfe, un destacado físico teórico : “ la mente no está en el cerebro, el cerebro no está en la mente” y segundo, que existen ,como se ha mencionado, varias dimensiones que eventualmente podrían albergar dicha estructura de energía e información después de que esta deje de operar en nuestra realidad tridimensional. Los físicos, acostumbrados a las más extrañas e incluso extravagantes hipótesis no deberían considerar esta como absurda, tan solo porque no se ha formulado todavía en elegantes ecuaciones matemáticas .Si lo fuera, no se explica por qué uno de los grandes sabios creadores de la física cuántica ,Erwin Schrodinger se atrevió a decir :” la ciencia en su etapa actual sugiere que la mente es indestructible por obra del tiempo”.
Si Hawking está en lo cierto nunca lo sabrá .Pero es posible que cuando deje este mundo tridimensional, piense, muy sorprendido: “me equivoqué ¡Ahora estoy en una singularidad metafísica !”.